La Gerenciadora de Patrimonios destaca la importancia de organizar y proteger los activos para asegurar tranquilidad financiera y continuidad del patrimonio.
La planificación patrimonial constituye un proceso fundamental para ordenar y proteger los bienes acumulados a lo largo de la vida. Juan Cruz Acosta Güemes, director de la Gerenciadora de Patrimonios FDI, expone su perspectiva sobre la relevancia de esta práctica para garantizar la estabilidad financiera y preservar el legado familiar.
El directivo sostiene que comprender el patrimonio implica no solo identificar qué se posee, sino también analizar la forma en que se organiza y protege. «Entender qué poseemos y cómo organizamos esos activos no solo influye en nuestra tranquilidad financiera, sino también en el legado que dejamos a nuestros seres queridos», afirmó Acosta Güemes. Esta visión sostiene que el patrimonio supera la mera acumulación de bienes y se orienta hacia una gestión estratégica y consciente.
Definición y objetivos de la planificación patrimonial
La planificación patrimonial es una herramienta que permite ordenar y proteger los activos conforme a las preferencias personales, con un enfoque preventivo. No se limita a responder la pregunta «¿qué poseo?», sino que profundiza en otras cuestiones esenciales como «¿dónde lo poseo?», «¿cómo lo protejo?» y «¿a quién se lo dejo?». Estas interrogantes estructuran un proceso que busca anticipar escenarios futuros y definir claramente la distribución del patrimonio.
Este mecanismo también se orienta a evitar conflictos familiares derivados de una gestión desordenada o poco clara. De esta manera, se establece un marco que facilita la continuidad del patrimonio, alineado con los valores y deseos de su titular.
Beneficios y consecuencias de la organización patrimonial
Más allá de la administración básica de bienes, la planificación patrimonial aporta orden y seguridad. La organización adecuada de los activos contribuye a la paz mental, al brindar la certeza de que lo construido está protegido y destinado según la voluntad de cada persona.
El proceso, según Acosta Güemes, debe concebirse como un acto de responsabilidad hacia uno mismo y hacia las futuras generaciones. La estructuración patrimonial no solo preserva el valor económico, sino que también facilita la transmisión del legado en condiciones claras y definidas.
«Asegurarnos de que todo esté estructurado y blindado de acuerdo con nuestras preferencias y valores» es, en palabras del director de la Gerenciadora de Patrimonios FDI, la clave para mantener lo logrado con esfuerzo.
Recomendaciones y llamado a la acción
El testimonio resalta la importancia de no postergar la planificación patrimonial. La demora en abordar esta cuestión puede generar incertidumbre y dificultades en el futuro, tanto para el titular como para sus herederos.
Se invita a quienes aún no han iniciado este proceso a considerarlo como un paso fundamental para ordenar y proteger su patrimonio, garantizando un futuro más seguro y estable para ellos y sus familias.
De acuerdo con la perspectiva de Acosta Güemes, la planificación patrimonial es un proceso integral que debe ser encarado con anticipación y asesoramiento profesional, orientado a estructurar los activos en función de objetivos claros y valores personales.